En el video que pueden ver abajo les cuento sobre este viejo recorte de periódico de una muñeca que yo diseñé, pero nunca vi terminada. Recuerdo que, para diseñar a esta muñeca reversible, me inspiré en una que tenía mi hija de pequeña, que de un lado tenía era caperucita y del otro el lobo, y estaban unidas por una falda que cubría a una o a la otra de acuerdo a la posición.
Este juguete me alucinaba porque, el bien y el mal o la víctima y el victimario, compartían un mismo cuerpo. Me hacía pensar en el arquetipo de la madre, con su poder de dar y quitar la vida. Y, pues, ni modo, me “apropié” del diseño, como se diría en términos artísticos, o me lo fusilé, como me decían en casa.
A la fecha siento cierta añoranza cuando recuerdo a la caperucita/lobo de mi hija porque me hubiera encantado tenerla de niña. También siento nostalgia por la muñeca que yo diseñé y que nunca vi. Me pregunto de qué tamaño acabó siendo, cuál era su textura y cuales sus colores.
En el proceso de hacer este video, empecé a recordar todo el contexto en el que se hizo esta muñeca y, ni modo, tuve que hacer otro. Se los comparto pronto.
Mónica Mayer, septiembre 2023.